Este mes en España Recicla queremos hablaros de las alternativas que hay al plástico.
¿Por qué? El mes pasado hablamos que se puede ver desde el espacio los restos que se dejan en los mares. Es un problema que nos afecta a todos, pero solo con hablar del tema no basta. También hay que aportar soluciones, o en este caso, alternativas.
Empecemos por la pregunta más básica: ¿Qué es el plástico? Se lo define como un material sintético obtenido mediante la polimeración a partir de derivados del petróleo. Gracias a esta definición, podemos sacar tres cosas en claro:
- El plástico proviene del petróleo.
- Por lo tanto es una fuente no renovable.
- Y tiene un fuerte impacto negativo en el medio ambiente y la salud.
Poniendo sobre la mesa estos elementos, se entiendo un poco mejor la importancia de buscar otras opciones, ¿verdad?
¿Cuáles son las alternativas al plástico?
En Europa, alrededor de un 40’5% del plástico se destina al empaquetado. Y los pronósticos estiman que, en 2025 (el año que viene), se producirán 445,25 millones de toneladas. Si no encontramos un sustituto, las generaciones futuras acabarán ahogadas en plástico.
Dependiendo del uso que se le dé a este polímero, las opciones son más o menos sencillas. En los envases de alimentos la solución todavía no es del todo factible, ya que los envases suelen estar compuestos de hasta seis capas de materiales diferentes.
Algo que sabemos que sí funciona, son los materiales compostables provenientes de los residuos orgánicos. Estos, además, mejoran la conservación del producto. Un ejemplo es el de la Universitat Politècnica de València, que han conseguido envasar aceite de girasol con residuos vinícolas y piel de almendra.
Los bioplásticos son otra opción. Provienen de fuentes renovables como el maíz, la caña de azúcar o la celulosa. Una ventaja que tienen es que son biodegradables. Los inconvenientes son algo más numerosos: alto coste, difícil fabricación, limitaciones agrícolas, sociales y ambientales.
Otra opción son los residuos urbanos orgánicos y de la industria agroalimentaria. Con esto además, se elimina la necesidad de ocupar extensiones de terreno y fomenta la economía circular.
También existen diferentes iniciativas que se pueden llevar a cabo a nivel individual, como el Día Sin Plástico. Es ardua la tarea de deshacernos del plástico, pero también necesaria. No obstante la recompensa es mejorar el medioambiente y darle un respiro al planeta.
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