El derecho a reparar

El derecho a reparar se ha convertido en una de las prioridades de la Unión Europea. Para ayudar con el desarrollo de un modelo de economía circular en el marco del Pacto Verde Europeo. Acabar con la obsolescencia planeada es uno de los objetivos. Ya que desechar los productos electrónicos de forma prematura dificulta enormemente la tarea de lograr un consumo sostenible. 

Según el Parlamento Europeo, el fomento de las reparaciones de los productos electrónicos «beneficiaría al medio ambiente. Al reducir el uso de recursos, las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de energía». El problema se encuentra en que, hasta ahora, muchas reparaciones tenían costes muy altos. O existía una falta de este tipo de servicios en muchas empresas. 

La opinión de los ciudadanos europeos parece que va en concordancia con esta línea. Según una encuesta del Eurobarómetro de 2020, el 77% de los consumidores preferirían reparar sus dispositivos en vez de sustituirlos por unos nuevos. 

En España, la futura norma legal al Proyecto de Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular (621/000042) refuerza el principio de contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Imponiendo medios más exigentes de prevención. Preparación para la reutilización y reciclado de residuos. Así como la obligatoriedad de recogida separada para nuevos residuos como los textiles y los residuos domésticos peligrosos.

¿Qué están haciendo otros países y empresas?

Reparar en lugar de desechar. Esta es la nueva apuesta por la economía circular del Gobierno de Austria. Ofrecerá subvencionar con hasta un máximo de 200 euros la reparación de aparatos y dispositivos electrónicos antiguos o averiados. Los austríacos que deseen reutilizar sus electrodomésticos o dispositivos electrónicos en mal estado pueden solicitar una subvención estatal. Esta cubre la mitad de los costes de reparación, hasta un máximo de 200 euros.

El programa financia la reparación de una gran variedad de aparatos eléctricos, como cafeteras, teléfonos, lavadoras, secadores de pelo y aspiradoras. Aunque deja fuera a los automóviles, lámparas, cortadoras de césped o estufas de gas, entre otros.

Los ciudadanos pueden solicitar un abono por producto. Tan pronto como se reciba, podrán solicitar nuevas ayudas entre las más de 1.200 empresas que participan en la campaña.

Apple fue señalada durante mucho tiempo por su poco compromiso frente al cambio climático. Sin embargo, su actuación medioambiental ha mejorado drásticamente en los últimos años con acciones como Daisy. Un robot de desmontaje que puede desensamblar hasta 1,2 millones de teléfonos al año.

El derecho a reparar
Oficinas de Hubside

Por primera vez, la compañía ha empezado a usar oro reciclado certificado, y ha duplicado el uso de tungsteno, tierras raras y cobalto reciclados. Actualmente, casi el 20% de todos los materiales usados en sus productos en 2021 se han reciclado, según ha informado la empresa en un comunicado. También ha lanzado su servicio de autoreparación para los usuarios que quieran reparar por sí mismo sus teléfonos iPhone.

Por su parte HP apuesta fuerte por el servicio de reparación de sus productos electrónicos con su división Tech4you. Y tiendas como Hubside store basan su oferta en productos reparados de AEE con un año de garantía y a precios muy competitivos.

Y aquí, ¿en España?

Iniciativas como RAEE CLM, lideradas por los SCRAPS (Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor), desarrollan diferentes actividades cuyo objetivo es mostrar a la ciudadanía cómo dar una segunda vida a sus aparatos eléctricos y electrónicos (AEE), es viable, rentable y sostenible.

El derecho a reparar
Talleres especializados

Así, a través de talleres gratuitos, personal especializado enseña cómo reparar los AEE y resuelve las posibles dudas alrededor de la gestión de los residuos que se generan. Por otra parte, la ciudadanía puede llevar al stand de RAEE CLM sus aparatos averiados y repararlos gratuitamente o, en caso de que esto no sea posible, depositarlos correctamente en los contenedores habilitados.

Se calcula que en España se ponen en el mercado cada año más de medio millón de toneladas de aparatos eléctricos y electrónicos, por lo que, al menos, 225.000 toneladas de residuos deberían ser gestionados correctamente. 

Con estas iniciativas en marcha estamos seguros de que, aunque todavía queda muchísimo por hacer, hemos empezado a caminar con paso firme hacia la reparación de AEE y la economía circular.