El Instituto Jane Goodall en España ha relanzado la campaña «movilízate por la selva», en al que ha recogido más de 20.000 móviles para reciclar.
Barcelona. 01/03/2012. (EFE).- En España hay actualmente 56 millones de líneas de teléfonos móviles activas y apenas se recicla un 5% de los aparatos que dejan de funcionar, según el Instituto Jane Goodall en España, que ha recogido más de 20.000 móvilespara reciclar dentro de su campaña «movilízate por la selva».
El Instituto Jane Goodall, que ha relanzado esta campaña aprovechando la celebración en Barcelona del Congreso Mundial de Móviles (WMC), pretende concienciar sobre los problemas sociales, ecológicos y zoológicos que origina la incesante demanda de coltan, casiterita o tugsteno, minerales básicos para la fabricación de tecnología.
Según ha explicado a Efe el director ejecutivo del Instituto Goodall en España, Federico Bogdanowicz, la campaña, que se inició en el año 2009, ha conseguido que universidades, escuelas, empresas, ayuntamientos e incluso la policía y los bomberos de San Sebastián hayan donado sus móviles corporativos al instituto a la hora de cambiarlos por un nuevo modelo.
Bogdanowicz, que ha lamentado no poder presentar la campaña dentro del Congreso Mundial de Móviles (WMC), ha recordado que en España ya hay 56 millones de líneas de teléfonos móviles activas para unos 46 millones de habitantes, lo que supone que cada español cuenta, de media, con más de un celular activo.
«Además están todos los móviles viejos que guardamos en casa sin utilizar y que no reciclamos», ha recordado Bogdanowicz.
De hecho, según el Instituto Goodall, sólo se reciclan menos del 5 por ciento de los teléfonos móviles, uno de cuyos componentes son los condensadores hechos con coltan, un mineral que se extrae sobre todo de la RD del Congo, que concentra el 80% de la producción mundial.
El Instituto Godall ha lanzado esta campaña para reciclar los móviles con la intención de denunciar la explotación del coltan, la casiterita —de donde sale el estaño usado en las soldaduras— o el tugsteno, minerales muy valiosos porque se precisan para desarrollar la tecnología de ordenadores, consolas y teléfonos móviles.
Precisamente esta valía ha desencadenado una guerra fratricida en el Congo, donde ya han fallecido cinco millones de personas y otro millón se halla desplazado por una contienda que se financia con la extracción ilegal de estos minerales.
«Además, la extracción del coltan y la minería ilegal está destruyendo los hábitats de especies como el chimpancé y los gorilas, en grave peligro por la caza furtiva y la desforestación», ha añadido.
El Instituto Goodall mantiene un acuerdo de colaboración con la empresa británica Movilbank, que se dedica al reciclaje de aparatos tecnológicos y que es la que se encarga de recoger los móviles donados en la campaña.
«Aportar el móvil que ya no se usa permite reutilizarlos si pueden ser reparados, evita la fabricación de nuevos, y los que están en muy mal estado se reciclan», ha explicado el director del Instituto Jane Goodall en España
Hasta un 90% de los componentes de un teléfono móvil, que contienen pequeñas cantidades incluso de metales preciosos, como oro o platino, se pueden reciclar, ha destacado Bogdanowicz, quien también ha señalado que otra ventaja del reciclaje es la no contaminación del medio ambiente, sobre todo con sus baterías.
«La idea es reciclarlos todos, sensibilizar sobre su uso, alargar la vida útil de los móviles», ha dicho el director del instituto, que resalta que el reciclaje también genera puestos de trabajo y dinero.
En este caso, todo el dinero que se genera con el reciclaje de los móviles donados a esta campaña se destinan a los proyectos sociales y medioambientales que tiene Jane Goodall en el Congo, entre ellos su centro de rescate de chimpancés.
Bogdanowicz ha destacado que muchos colegios de toda España han comenzado a recoger móviles y ha recordado que si hacen una donación de 30 aparatos ganan directamente el apadrinamiento de un chimpancé en el Congo, mientras que los otros donantes entran en un sorteo.
«Dar un móvil que tengamos en un cajón, puede ser una semilla para reforestar», ha animado el director del Instituto Goodall, que ha denunciado que las compañías han empezado a inundar con teléfonos móviles países de África, Asia y América del Sur, pero allí no tienen lugares de reciclaje.
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