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Ambientum.com. 17/04/12

La Comisión Europea quiere fomentar el reciclaje y cumplir los objetivos sobre eliminación de residuos. Para ello, sopesa obligar a todos los Estados miembros a introducir nuevos impuestos sobre el vertido y la incineración o bien sistemas de pago por generación.

El 38% de los residuos urbanos que se generan en la UE acaba en un vertedero, mientras que el 22% se incinera, el 25% se recicla y el 15% se destina al compostaje. En España solo se recicla el 15%, mientras que el 18% se destina al compostaje, frente al 58% que se deposita en vertederos y el 9% que se incinera, según los datos de la oficina estadística Eurostat.

Los seis Estados miembros más avanzados en este ámbito son Bélgica, Dinamarca, Alemania, Austria, Suecia y Países Bajos, y descargan en vertederos menos del 3% de sus residuos municipales.

En opinión de Bruselas, ello se ha logrado gracias a una combinación de diversos instrumentos económicos: los impuestos y prohibiciones aplicados a la descarga en vertederos y la incineración, unidos a los programas de responsabilidad del productor y a los sistemas de pago por generación de residuos.

«Si la UE pretende cumplir los objetivos (es decir, la total eliminación de la descarga en vertederos, el máximo aprovechamiento del reciclaje y la reutilización y la limitación de la recuperación de energía a los residuos no reciclables), estos instrumentos económicos deberán generalizarse en todos los Estados miembros», ha dicho la Comisión en un comunicado.

Por ello, el Ejecutivo comunitario ha anunciado que, en la revisión de los objetivos de la UE sobre residuos prevista para 2014, se analizará «la posibilidad de dotar a estos últimos de carácter jurídicamente vinculante, en determinados casos». La Comisión incluirá, además, una gestión adecuada de los residuos entre los requisitos para obtener financiación de algunos fondos europeos.

Las industrias de gestión y reciclado de residuos de la UE generaron en 2008 un volumen de negocios de 145.000 millones de euros, lo que representa unos 2 millones de empleos. El cumplimiento efectivo de la política sobre residuos de la Unión Europea podría crear unos 400.000 puestos de trabajo adicionales y un volumen de negocios suplementario de 42.000 millones de euros, según los cálculos de Bruselas.