Reciclaje: alternativa a la extracción minera

Los recursos no renovables son aquellos que no se regeneran, como los combustibles fósiles y los minerales. Existen cantidades limitadas de los mismos, así que -en la medida que aumenta su consumo- tienden a agotarse, como lo advirtieron diferentes estudios desde los años 70. Simple sentido común. Durante el siglo XX se dispararon las extracciones de carbón, petróleo, gas y minerales (y se redujeron las reservas) por lo que fue necesario ir cada vez más lejos en los procesos extractivos. El petróleo inicialmente se producía sólo en tierra firme, pero en las últimas décadas las perforaciones se trasladaron a los mares, con las consecuencias conocidas. Con la minería pasa algo similar.

Estos crecientes impactos ambientales (y económicos) llevaron a muchos países a restringir la minería. Redujeron la minería interiormente… mientras aumentaban sus compras a países con menos controles ambientales. Por ejemplo, en el caso de las tierras raras (usadas en fabricación de imanes, láseres, superconductores y otros), varios países industrializados cerraron sus minas hace años (por problemas ambientales) y aumentaron sus importaciones de la China, que hoy tiene el 95% de la producción mundial. Pero, los chinos últimamente se pellizcaron y bajaron dramáticamente (72% el año pasado) la producción de 17 metales esenciales para industrias de alta tecnología; también por razones ambientales.

Estas medidas tienen aterradas a las empresas tecnológicas pues los precios de estas materias primas se treparon al techo. Por ello las Naciones Unidas formulo un llamado a desarrollar procesos de “reciclaje de 17 metales estratégicos; un mercado que está por construir pues sólo se recicla el 1%”. La situación ha llevado a un primer plano mundial a especialistas del reciclaje, como el químico alemán Wolfram Palitzsch, quien montó una fábrica para extraer metales estratégicos de aguas residuales, paneles solares o bombillas desechadas. Estamos ante una gran oportunidad de echarle una mano al planeta…  y al bolsillo.