Fuente: El País

La Consejería de Medio Ambiente espera reducir un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero que generan en este momento en Andalucía los residuos. Esta rebaja, que supondrá que se dejen de emitir a la atmósfera 25,17 toneladas de CO2 anualmente, es uno de los objetivos que se fijan en el nuevo plan director de gestión de recursos no peligrosos para el periodo comprendido entre los años 2010 y 2019. co2

Entre las medidas que se contemplan en este plan, que se aprobará antes de que acabe el año, está la mejora del aprovechamiento de los desechos. El departamento que dirige José Juan Díaz Trillo pretende reducir la «cantidad de residuos depositados en vertedero a través de instrumentos fiscales que penalicen el vertido». Andalucía genera al año unos cinco millones de toneladas de basuras urbanas, lo que supone que cada ciudadano produce 1,66 kilogramos de desechos cada día. El 56,8% de estos residuos van a parar a plantas de recuperación y compostaje. El 36,4% acaba depositado en vertederos en los que no reciben tratamiento alguno.

Estos residuos sólidos unidos a los desechos que genera la depuración de las aguas suponen que se emitan a la atmósfera dos millones de toneladas de CO2 al año, según los datos del proyecto la Huella de carbono, que realiza un seguimiento de los gases de efecto invernadero que produce cada municipio andaluz.

Entre las medidas que también baraja la Junta ahora para reducir el impacto de los residuos en el medio ambiente está aplicar el principio de «quien contamina paga», que se traduciría en el establecimiento de «instrumentos económicos que repercutan los costes de gestión de los residuos» en aquellos que los generan, ya sean particulares o empresas.

Según señaló ayer el departamento de Díaz Trillo, el nuevo plan de gestión de residuos «movilizará» una inversión de unos 2.000 millones en los próximos nueve años. Lo que se persigue, entre otros asuntos, es mejorar la recogida selectiva y las plantas de recuperación y compostaje y así obtener un compost de mayor calidad. Además, también se pretende ampliar la red de instalaciones de tratamiento de los residuos no peligrosos.

Respecto a los lodos que se generan en las estaciones de depuración de aguas residuales, el plan que prepara Medio Ambiente también plantea objetivos concretos. Así, se prevé que el 67% de los fangos que se producen en el tratamiento de las aguas urbanas se aprovechen para los suelos agrícolas en 2015. Ese porcentaje tendrá que ser del 70% en 2019. Las medidas que pondrá en marcha la Consejería de Medio Ambiente se traducirán en que, en 2019, sólo el 6% de estos lodos acabe en un vertedero y no sea utilizado para otros usos, ya sean agrícolas o para la producción de energía. Actualmente, Andalucía genera al año 320.000 toneladas de lodos procedentes de la depuración de aguas residuales.

Díaz Trillo incidió ayer en Sevilla en «la importante contribución en la lucha contra el cambio climático que supone una correcta y eficaz gestión de los residuos, rentabilizando y ampliando su aprovechamiento integral y minimizando su eliminación».

Hasta ahora, la comunidad contaba con un plan director de gestión de residuos urbanos que había cubierto el periodo entre 1999 y 2008. Con las inversiones asociadas a este programa se han construido en Andalucía 117 instalaciones dedicadas al tratamiento de residuos: 23 plantas de recuperación y compostaje, 26 plantas de clasificación, 63 estaciones de transferencia y cinco vertederos. Además, existe una red de 145 puntos limpios repartidos por toda la comunidad. Respecto a la recuperación de los residuos, en 2008, se reciclaba ya el 45% de los envases ligeros, el 58% del papel y cartón y el 43% del vidrio.